La preparación física de las personas, ya sea para conseguir una vida saludable o para optar por una actividad deportiva profesional, ocupa un gran espacio en el mundo laboral, donde los profesionales prestan servicios de entrenamiento, ya sea en forma independiente o como integrante de equipos de trabajo multidisciplinarios.
Las principales áreas en las que el preparador físico puede desempeñarse corresponden a entidades educacionales, clubes deportivos, asociaciones y federaciones deportivas, gimnasios, centros de rehabilitación, centros médicos especializados, entre otros.
Para el efecto, a partir de las decisiones emanadas por la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) para las actividades del fútbol de campo y de las resoluciones de la Convención de Licencias de Entrenadores de Futbol, desarrollada en el 2017 y actualizada en enero de 2020, se cuentan con los contenidos mínimos acordados y armonizados, que deben ser considerados para acceder a las distintas licencias establecidas y ejercer la profesión en este campo.
Estas decisiones que tienen validez para todo el continente sudamericano, en todos los países asociados a la referida organización, fueron considerados a través de una nueva malla curricular, mediante la adquisición de las competencias necesarias que habilitan al estudiante a ejercer la profesión de preparadores físicos para fútbol de campo.
Asimismo, con la intención de reforzar el aspecto práctico, se otorga la correspondiente carga horaria a las pasantías, que han de ser realizadas en determinadas entidades deportivas, debidamente reconocidas, para proporcionar a los futuros profesionales, la posibilidad de aprender a resolver los problemas propios de su actividad.